INVESTIGAN QUÉ PASÓ CON LA POBLACIÓN ENTRE LOS DECRETOS DE EXPULSIÓN
GranadaDigital. Martes, 23/11/10
“Lo intuíamos pero ahora lo podemos demostrar. Tras la orden de expulsión en 1609, miles de moriscos se quedaron en España”. Lo afirma rotundo Enrique Soria Mesa, catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Córdoba y coordinador del proyecto de Excelencia “En los orígenes de la Andalucía Multicultural. Integración y rechazo de los moriscos”. A través de este estudio, el catedrático y su equipo (en el que cuenta con investigadores de las universidades de Granada, Sevilla, Murcia, Extremadura y la UNED, además de la Universidad Fatih de Estambul, Turquía), han llegado a corroborar esta realidad.
De hecho, en 1727 la Inquisición de Granada procesó por herejía a 300 descendientes de musulmanes, además de lo cual “la documentación de archivo nos indica que a finales del siglo XVIII el Santo Oficio seguía persiguiendo a algunos de estos moriscos”. Sin duda, los menos integrados, pues muchos más se habían ya disuelto entre la masa de la población. Unos, en sus capas más bajas; otros, en la clase media e incluso entre las élites. Entre las decenas de linajes de moriscos ocultos en el reino de Granada que Soria ha descubierto en los últimos años, se encuentran numerosos mercaderes de seda, médicos, boticarios, abogados, notarios e incluso clérigos.
Por otro lado, en los reinos de Córdoba, Jaén y Sevilla debieron permanecer igualmente muchos centenares, acaso miles de moriscos. ¿Cómo fue posible? La respuesta del equipo investigador es bien clara, y parece que la documentación de archivo les está proporcionando numerosas pistas al respecto. Unos se quedaron con permiso regio; otros, escondidos, cambiando de localidad y a veces de nombre y apellidos; bastantes fueron protegidos por los poderosos locales, que los necesitaban para el trabajo de la tierra y la artesanía; muchos debieron regresar tras ser expulsados, en un goteo imposible de cuantificar.
Finalmente, un buen porcentaje elevó pleitos a las distintas instancias judiciales de la época, consiguiendo en su mayoría eludir con el paso de los años los decretos de expulsión. El tema es de tanta trascendencia que Enrique Soria y su equipo han conseguido un proyecto de investigación del Ministerio para desarrollar esta temática ya de forma específica.
No es éste el único ámbito de estudio del Proyecto de Excelencia. Otro de sus cometidos básicos es el análisis de la vida cotidiana de los moriscos entre 1570 y 1610, es decir entre que son expulsados del reino de Granada por Felipe II y repartidos en las distintas ciudades y pueblos de Andalucía, y su definitivo exilio por orden de Felipe III. Es algo muy novedoso, y los estudios de los diversos investigadores están mostrando una sorprendente capacidad de adaptación al medio. Llegaron miles de hombres y mujeres, en la más absoluta miseria y en medio de un clima de rechazo étnico y religioso, y poco a poco consiguieron prosperar. Los más hábiles y afortunados de ellos consiguieron acumular en esos escasos cuarenta años considerables fortunas, convirtiéndose en prósperos mercaderes o arrendadores de tierras y de rentas.
En este contexto se inscribe el libro de los doctores Manuel Fernández Chaves y Rafael Pérez García sobre los moriscos sevillanos, o la tesis doctoral de Santiago Otero Mondéjar, de próxima lectura, centrada ésta entre otros aspectos novedosos en la necesaria reconstrucción de la comunidad de origen islámico que tuvieron que afrontar estos andaluces transterrados. Se tejieron nuevas redes de solidaridad grupal, se liberaron esclavos gracias a contribuciones colectivas y se desarrollaron nuevas formas matrimoniales, cambiando las antiguas estrategias familiares por otras de nuevo cuño.
Diccionario morisco
Las motivaciones para encarar una investigación de estas características llegan cuando un nutrido grupo de historiadores entendió que “la realidad de la expulsión morisca era más complicada de lo que nos habían contado. No sabíamos casi nada de lo que pasó en los 40 años que median entre la expulsión de Granada y la definitiva de España, además de lo cual la historiografía tradicional definía a los moriscos de forma insatisfactoria como un grupo homogéneo, casi sin diferencias internas, habiéndose preocupado además tan sólo de aspectos cuantitativos”.
Para ello, no han dudado en consultar múltiples fuentes documentales entre las que se encuentran los protocolos notariales, libros parroquiales, memoriales dirigidos a la Corona y también numerosos expedientes de limpieza de sangre, tipología que hasta ahora no se había estudiado para obtener información en esta línea de trabajo.
A través de su trabajo, han entablado estrecha relación con la Casa Árabe con la que han colaborado para la realización de la película conmemorativa del cuarto centenario de la expulsión de los moriscos, Expulsados. Han colgado una página web del grupo de investigación, preparan una revista digital y han dirigido y organizado numerosos seminarios, cursos y congresos sobre el tema.
El siguiente paso será la elaboración de un Diccionario Morisco a modo de una enciclopedia en la que se podrán buscar biografías y familias moriscas y conceptos relacionados con este mundo, así en lo cultural, religioso y económico, entre otros ámbitos. “Incluso habrá gente que pueda encontrar sus raíces familiares”, explica Enrique Soria. Este diccionario, que estará listo para dentro de unos dos años, tendrá tanto versión en papel como on line.
Además tienen previsto también el montaje de una exposición divulgativa en colaboración con la Casa Árabe donde mostrarán muchos de los resultados de sus investigaciones. “Y más adelante —asegura el profesor Soria— nos pondremos a trabajar en otra vertiente interesante de la época: la enorme importancia de la presencia judeoconversa en la Andalucía durante los siglos XV al XVII”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario