El viaje africano del papel de Xàtiva


Barrios, calles y apellidos marroquíes llevan el nombre Al-Shatibi por los copistas y papeleros setabenses que se instalaron allí - Marrakech custodia un Corán anterior a 1252 con papel "xativí".

PACO CERDÀ VALENCIA 

El papel se inventó en China un siglo antes de nuestra era y luego se expandió por Asia hasta llegar a los árabes, que lo introdujeron en Occidente a través de Xàtiva. La capital de la Costera no sólo fue la cuna europea del papel en el siglo VIII y la primera ciudad occidental en albergar una fábrica papelera hacia el año 1150. No sólo eso. La calidad del papel setabense era incomparable y, como dijo en 1154 el geógrafo árabe Al-Idrisí, el papel de Xàtiva se conocía "en Oriente y Occidente". Tan desarrollada estaba la industria papelera socarrada que hizo emigrar a copistas y papeleros de Xàtiva. Buscaban El Dorado de papel. Y algunos, como reveló ayer en Valencia el profesor marroquí Mostafa Ammadi, lo hallaron en Marruecos y dejaron allí una huella cultural que aún pervive.

Según cuenta el hispanista Mostafa Ammadi, en la ciudad sagrada marroquí de Fez existe un barrio conocido como Al-Shatibi. También hay una calle con ese nombre y muchos marroquíes llevan en su apellido la misma palabra: Al-Shatibi. "Aunque casi ningún marroquí lo sepa, Al-Shatibi quiere decir 'el de Xàtiva'", explica Mostafa Ammadi. Y la herencia no procede del exilio político derivado de la expulsión de los moriscos de 1609, sino de aquella aventura de papel que emprendieron muchos setabenses anteriores a la cristianización de Jaume I. 

Por ejemplo, la del famoso copista de Xàtiva Abd El Malek Ben Abd Al Aziz Ben Walid Allajmi Achatibi, instalado en Fez. "Su labor de copista se caracterizó por la excelencia tanto de su caligrafía como de la calidad del papel que utilizaba", cuenta el profesor Ammadi. De aquel copista setabense pervive en Marruecos el libro Al Istidkar, del autor Ibn Abd Al Birr. 

Pero la estela del papel xativí en Marruecos ha alcanzado recientemente una cota más elevada. Se han descubierto los ochos tomos de un Corán califal almohade escrito en papel de Xàtiva (color blanco, hojas espesas y brillantes) que reposa como una joya en la Biblioteca Ibn Yussuf de Marrakech. "Esos tomos de coranes fueron un bien muy preciado y un importante legado piadoso donado a favor de la Mezquita Al Kutubiyya en el año 1252", relata Mostafa Ammadi. Su fecha de publicación se desconoce, pero el profesor de la Universidad Hassan II de Casablanca especula con que fuera escrito por algún copista de Xàtiva o fuera trasladado a Marruecos por alguna familia setabense. Otra referencia valiosa sobre el papel de Xàtiva se encuentra en la obra Al Dayl Wa Takmila, de Ibn Abd El Malek El Murrakuchi, en el siglo XIII, añade Mostafa Ammadi.

Xàtiva, "marca distintiva"                                                                   
El hispanista marroquí, que ayer pronunció una conferencia sobre la historia del papel árabe en el Museo de Bellas Artes de Valencia, considera que "el nuevo modelo de papel elaborado en talleres como aquellos que se construyeron en Xàtiva y Fez constituyeron la marca distintiva de una industria poderosa encaminada al fomento de la cultura, la escritura y la producción científica e intelectual". Fue el inicio de una nueva era en Europa. Para Occidente, supuso una revolución comparable a la de Gutenberg y su imprenta. La primera piedra la puso Xàtiva. Y sus ramificaciones aún perduran en Marruecos.

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