Bella catarsis de la memoria

POR JAVIER LOSILLA
CRÍTICA DE MÚSICA
Hermoso ejercicio de memoria musical el propuesto por el espectáculo Al-Burúz (alborozo), gozoso encuentro de músicos aragoneses y tunecinos que el lunes se presentó en el Teatro Principal de Zaragoza. Al-Burúz recrea canciones y patrones sonoros que los moriscos aragoneses llevaron en el zurrón de sus recuerdos en en su obligada partida (el decreto de expulsión fue expedido en 1610) hacia el norte de África, y las músicas que allí (en Túnez, concretamente), encontraron a su llegada.
Nubas (música andalusí o, si se prefiere, la actual música clásica del Magreb), canciones procedentes de diversos cancioneros como el de Arnaudas o Mingote (romances, albadas, mayos, etcétera) y un par de piezas singulares escritas por el compositor contemporáneo tunecino Hedi Jouini (1909-1990) configuran un bello y, en no pocas ocasiones, emocionante repertorio.
Auspiciado por el Gobierno de Aragón, Al-Burúz tiene al muy solvente y polifacético Luis Delgado (zanfona, bajo y percusiones) como director artístico, y al buscador Joaquín Pardinilla (guitarra y mandola) como arreglista y director musical. Jaime Muñoz, de La Musgaña aporta flautas y clarinete, y María José Hernández muestra todas las texturas de su voz espléndida. Y desde la otra orilla, los magníficos instrumentistas tunecinos Sofien Zaidi (voz y oud), Anis Klibi (violín) y Rached Tanasefti (qanum). Soberbio encuentro.


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