La Generalitat declara Bien de Interés Cultural la zona arqueológica de los poblados moriscos de La Vall d’Alcalà


• Se trata de los poblados de L’Atzuvieta, La Roca, La Cairola y El Benialí

Poblado de L'Atzuvieta
Foto de Antonio Esteve
El Pleno del Consell ha declarado Bien de Interés Cultural, con categoría de Zona Arqueológica, los poblados moriscos situados en el término municipal de La Vall d’Alcalà, en Alicante: L’Atzuvieta, La Roca, La Cairola y El Benialí, todo un ejemplo de la fuerte impronta de los moriscos en la Marina Alta.

Esta máxima protección patrimonial implica la aplicación de una estricta normativa de protección, común a todos los BICS que son Zona Arqueológica. De este modo, tan sólo se podrán autorizar reconstrucciones que estén científicamente justificadas y en las que se utilicen técnicas y materiales originarios. Además, los usos quedan restringidos a aquellos que sean compatibles con la puesta en valor y disfrute patrimonial de los poblados.

Los cuatro poblados moriscos
L´Atzuvieta es un conjunto de edificaciones cuyos restos forman seis manzanas muy próximas entre sí, divididas en dos sectores separados por una distancia aproximada de 100 metros. El sector mejor conservado es el occidental, formado por cuatro complejos arquitectónicos que conservan gran parte del alzado, llegando algunos al nivel de apoyo de las viguetas de cubierta. Sin embargo, en el sector oriental, los restos de las paredes no llegan a alcanzar el metro y medio en ningún punto.

Las técnicas constructivas empleadas son el tapial de mortero, el tapial de mampostería, la mampostería a hiladas y la mampostería ordinaria, lo que indica que fueron espacios reutilizados tras la expulsión de los moriscos, pues estas últimas técnicas se aplicaron, casi con seguridad, con posterioridad a este acontecimiento. Las cubiertas, según los restos existentes, eran inclinadas con teja cerámica curva.

Se encuentran en este poblado los restos de una prensa de aceite tallada en la misma roca del suelo. También se conservan restos de un molino, con la acequia que suministraba el agua desde una cota más alta del río y la noria, que datan de la ocupación cristiana posterior a la marcha de los moriscos.

En el poblado morisco de La Cairola se encuentran restos de dos complejos arquitectónicos localizados en una superficie de menos de una hectárea. El mayor se sitúa al oeste y en él pueden distinguirse al menos cuatro casas con una distribución del espacio característica de la arquitectura rural valenciana de los siglos XVIII y XIX, muy diferente a las formas de organización propias de la arquitectura doméstica musulmana y morisca.

Tanto el plano como las técnicas constructivas empleadas indican claramente que las edificaciones visibles corresponden, en lo esencial, a obras del siglo XVIII que reaprovecharon algunos muros de la antigua alquería morisca, fácilmente distinguibles por su fábrica de mampostería a hiladas y la colocación oblicua de los cantos.

En La Roca, los restos visibles pertenecen a un solo complejo arquitectónico morisco, formado por unas cinco unidades perfectamente alineadas de este a oeste, configurando dos frentes de fachada. La estructura interna es la habitual de la arquitectura doméstica morisca, de naves cubiertas dispuestas en torno a patios. Representa un tipo interesante de poblado morisco, en el que las unidades domésticas aparecen alineadas con cierta rigidez.

En el poblado de El Benialí se mantiene una manzana con unas tres o cuatro casas, en cuyo centro se conserva el patio en el núcleo de la misma y parece corresponderse más con el tipo de rahal (corral o explotación particular) que el de alquería.



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