La senda de los moriscos. En busca de los otros españoles

Fajardo y Mordzinski recorren 'La senda de los moriscos' en busca de la historia real de 'El converso'. El escritor y el fotógrafo recrean en Rabat y el pueblo de Hornachos los escenarios de la expulsión de musulmanes en 1609.


La historia comenzó hace cuatro siglos y el libro tardó doce años en gestarse. Primero fue ficción literaria y ahora realidad histórica, la de los moriscos —españoles convertidos al Islam— expulsados del pueblo extremeño de Hornachos que tomaron rumbo a Marruecos, la que José Manuel Fajardo recupera junto al fotográfo Daniel Mordzinski en 'La senda de los moriscos. En busca de los otros españoles'.
Narra una vieja historia, «llena de amores, traiciones, ambición y muerte», un relato caído en el olvido que por fin toma forma. «Empezó a principios del siglo XVII en un pueblo de la región española de Extremadura, llamado Hornachos, y todavía hoy continúa en la capital del reino de Marruecos: Rabat», explica José Manuel Fajardo en el propio libro que se presentó ayer en el Salón del Libro Iberoamericano. En él también detalla cómo dio el salto de la ficción a la realidad: «Emprendí viaje el 17 de noviembre de 1997, en compañía del fotógrafo Daniel Mordzinski, un amigo en cuyo talento artístico confiaba para que me ayudase a capturar la imagen del lugar que debía servir de escenario a la ficción del relato. Y fue allí, en Rabat, durante unos días llenos de conversacion y descubrimientos, donde empecé a reunir los hilos de esta historia real».
La ficción de la que habla Fajardo es 'El converso', inspirada precisamente en esos tres 3.000 moriscos fueron expulsados en el año 1609 de ese pueblo de la Sierra Grande por decreto del Rey Felipe III. Fueron obligados a dejar sus tierras y sus casas y tomaron rumbo al sur para fundar una república pirata independiente en Rabat. En la medina de la capital marroquí aún siguen en cierta forma presentes aquellas tres mil almas. Las palabras de Fajardo y las imágenes de Mordzinki recorren esos escenarios del pasado en el presente y recopilan incluso testimonios de sus descendientes. El viaje no sólo se adentra en Marruecos, sino que discurre también por el pueblo extremeño.

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